Durante el confinamiento más estricto del 2020 y a lo largo de varios meses se prohibió realizar deporte al aire libre. Eso convirtió nuestro hogar en una pequeña cárcel. Vimos en primera persona como el deporte indoor era una de las pocas opciones que disponíamos para mantener el cuerpo activo y despejar la mente.
Muchas personas y aficionados al ciclismo optaron por el usar rodillos para sus bicicletas y luchar así para no enloquecer encerrados entre cuatro paredes, lo revelan los datos del enorme incremento de ventas de rodillos de ciclismo que se produjo a partir del mes de marzo.
Este pico en las ventas dejó el mercado sin stocks en cuestión de semanas, ya que normalmente las compras de estos productos son estacionales y a la que llega el buen tiempo dejan de ser un producto solicitado. Ese fue el primer boom.
Surgimiento de apps para el ciclismo virtual fue el segundo paso
A esta práctica de ciclismo indoor le faltaba algo para convertirla en mainstream ya que permitía hacer deporte, pero de forma aburrida y monótona. Faltaba el poder competir. Ahí se produjo el segundo boom. Se popularizaron diferentes apps que utilizando la tecnología de la realidad aumentada sincronizaban nuestro pedaleo con la de miles de usuarios conectados en línea desde cualquier punto del planeta. llegaba la competición al ciclismo indoor. Es decir, gracias a la tecnología, hacemos deporte, competimos, viajamos y todo desde casa
Decathlon y la campaña «The Breakaway»
A partir de este contexto, la marca Decathlon junto con la agencia BBDO de Bélgica quiso ir un paso más allá y nos presentaba recientemente una maravillosa campaña que ha realizado conocida como “The Breakaway”.
Con esta acción de RSE la marca de complementos deportivos han querido poner de manifiesto la capacidad que ofrecen estas iniciativas para mejorar los procesos de reintegración en sociedad de los presos gracias a su participación virtual en competiciones deportivas con otros deportistas.
Los 6 participantes de la prisión de máxima seguridad en Oudenaarde, que se mantienen el anonimato por protocolos de seguridad, han sido pioneros en la creación del primer equipo de eCycling en una prisión.
Gracias a esta campaña de Decathlon y a la colaboración del departamento de Justicia Belga y varias asociaciones sin ánimo de lucro, los reclusos, mediante la plataforma online Zwift, han tenido la oportunidad de sentir durante unas horas que dejaban de ser prisioneros y rompían así la barrera que les separaba con el mundo exterior.
Aunque su maillot (camisa) a barras nos transmite de forma contundente que siguen encerrados, con estas iniciativas deportivas nos acordamos algo más de la necesidad de ofrecer prácticas deportivas como herramienta de reinserción o integración social.