En 2025, el US Open 2025 rinde tributo a uno de esos momentos que cambiaron el rumbo del deporte: el 75.º aniversario del ingreso de Althea Gibson al Campeonato Nacional de Estados Unidos, precursor del actual US Open. Su aparición en Forest Hills en 1950 no solo significó el inicio de una destacada carrera profesional, sino también la ruptura de una de las barreras más sólidas de la época: la racial.
El lema de esta edición del torneo, “Celebrando 75 años rompiendo barreras”, es más que un eslogan conmemorativo. Es una declaración de principios. El US Open no solo reconoce a una de sus pioneras, sino que también reafirma su compromiso con la diversidad, la inclusión y la equidad dentro y fuera de la cancha. Porque lo que Althea Gibson hizo hace siete décadas no fue solo abrir una puerta, sino iniciar una transformación que hoy sigue inspirando.

Para esta celebración, la organización del torneo ha apostado por una poderosa pieza artística creada por Melissa Koby, primera artista negra en la historia del US Open en encargarse del arte temático oficial. Su obra, un perfil de silueta en capas de Gibson, no solo destaca por su técnica —una fusión de imágenes de papel cortado con esténcil y láser—, sino por el simbolismo profundo que representa: capas de historia, de lucha, de evolución. Cada trazo evoca la fuerza de una mujer que no pidió permiso para hacer historia, y que desde entonces ha servido de inspiración para generaciones de tenistas y soñadores.
Este arte no solo se utilizará como imagen de campaña, sino que también estará disponible en carteles oficiales que se pueden adquirir a través de USOpen.org, sumando así un componente de marketing emocional y coleccionismo que conecta con los fans de todo el mundo. Un ejemplo claro de cómo el arte y el deporte pueden aliarse para contar historias que venden no solo entradas, sino valores.
Uno de los momentos más esperados del torneo será el homenaje a Gibson el 24 de agosto, en el emblemático Estadio Arthur Ashe, justo cuando inician los cuadros principales de individuales. Un escenario cargado de simbolismo, no solo por su relevancia deportiva, sino porque lleva el nombre de otro gigante que siguió el camino que Gibson ayudó a trazar. Será un acto de memoria, de orgullo y de compromiso con el futuro.

Desde una perspectiva de marketing deportivo, esta campaña logra equilibrar la nostalgia con la acción. Es una muestra de cómo los grandes eventos pueden y deben asumir un rol activo en la construcción de narrativas que reflejen el espíritu del deporte como agente de cambio social. El US Open 2025 no solo será una competencia de alto nivel, sino un escenario para visibilizar el impacto de una atleta que jugó más allá del marcador.
Stacey Allaster, directora del US Open y directora ejecutiva de Tenis Profesional de la USTA, lo resume así: “El carácter y la valentía que demostró Althea en 1950 marcaron la historia y crearon un legado que contribuyó a convertir al US Open en lo que es hoy: un auténtico ‘Abierto para todos’”.
A través de esta conmemoración, el US Open demuestra que el marketing deportivo más poderoso no se basa solo en cifras o resultados, sino en historias humanas que conectan emocionalmente con el público. Althea Gibson no solo rompió barreras, transformó el juego. Y ahora, 75 años después, su legado se convierte en el corazón de una campaña que inspira, emociona y moviliza.
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- Porque en el deporte, como en la vida, los verdaderos campeones no son solo los que ganan títulos, sino los que abren caminos.
Desde el punto de vista del marketing deportivo, lanzar un póster conmemorativo con una artista invitada y una temática específica —como lo ha hecho el US Open 2025 con el homenaje a Althea Gibson— es una estrategia altamente efectiva y multifuncional. Aquí te explico por qué:
1. Construcción de una narrativa poderosa
El deporte conecta emocionalmente cuando se convierte en una historia, no solo en una competencia. Al vincular el evento con una figura histórica como Althea Gibson y una temática de inclusión y lucha contra la discriminación, el US Open construye una narrativa que resuena a nivel social, cultural y emocional. Esa historia refuerza los valores del torneo y le da un propósito más allá del juego.
2. Posicionamiento de marca con propósito
Al elegir una temática con carga simbólica (como “75 años rompiendo barreras”) y una artista afrodescendiente (Melissa Koby), el US Open se posiciona como una marca comprometida con la diversidad, la equidad y la inclusión. Esto fortalece su reputación ante audiencias modernas, que valoran cada vez más el activismo y los principios detrás de los grandes eventos.
3. Ampliación del alcance y nuevas audiencias
Incorporar a una artista reconocida permite llegar a públicos que no necesariamente siguen el tenis, como amantes del arte, activistas sociales, mujeres jóvenes y comunidades afrodescendientes. Esto expande el alcance del torneo a nuevos nichos que, quizás por primera vez, sienten que el US Open también les habla a ellos.
4. Generación de contenido coleccionable y valioso
El póster se convierte en un objeto de colección, lo cual añade un componente de exclusividad, memorabilia y marketing emocional. Los fans no solo compran un producto, sino un pedazo de historia. Esto también crea una nueva fuente de ingresos y fortalece la conexión del público con el evento.
5. Activación de campañas multicanal
Una obra visual con significado es fácil de comunicar en múltiples plataformas: redes sociales, prensa, sitio web, material impreso, merchandising y activaciones físicas. Se convierte en el eje gráfico y conceptual de toda la campaña de marketing, facilitando la coherencia y aumentando el reconocimiento.
6. Diferenciación frente a otros torneos
En un calendario deportivo saturado, este tipo de campañas dan identidad propia al evento. Mientras otros Grand Slams pueden enfocarse en la tradición, la tecnología o el lujo, el US Open 2025 se diferencia por celebrar el impacto social del tenis. Eso lo hace único y memorable.
7. Profundización del engagement emocional
Un póster con temática y autora definida no solo comunica; invita a reflexionar, identificarse y compartir. Esto genera conversaciones, cobertura mediática y reacciones positivas en redes, multiplicando su impacto sin necesidad de una inversión publicitaria adicional.
En resumen, esta estrategia convierte al US Open en una marca viva, que celebra su pasado, impacta su presente y proyecta un futuro más inclusivo. Es marketing deportivo de alto nivel: el que no solo vende un evento, sino que construye cultura.