KFC ha decidido unirse al espíritu del hockey canadiense con una de sus campañas más ingeniosas y culturalmente resonantes hasta la fecha. Creada por la agencia independiente Courage, la nueva acción publicitaria le da un giro inesperado al legendario rostro del Coronel Sanders: una sonrisa desdentada, al más puro estilo de los jugadores de hockey sobre hielo. Con este simple pero poderoso gesto, la marca demuestra su compromiso con una de las mayores pasiones de Canadá, conectando con los fanáticos del deporte de una forma auténtica, divertida y profundamente cultural.
La llamada “Smile, it´s hockey season” —ese rasgo distintivo que muchos jugadores lucen como una insignia de honor— se ha convertido en parte del look oficial del Coronel. Esta audaz modificación visual no solo refuerza la cercanía de KFC con los valores del hockey —determinación, dureza, humor y camaradería—, sino que también refleja la esencia irreverente y carismática del propio fundador. En palabras de Azim Ahktar, director de marketing interino de KFC Canadá, “El Coronel con una sonrisa de hockey no es solo una idea creativa ingeniosa; es un símbolo duradero del compromiso de KFC con la cultura deportiva canadiense”.
La campaña, dirigida por el cineasta Mark Bone, reconocido por su trabajo documental exhibido en CNN, fue grabada con una combinación de cámaras profesionales, iPhone Pro y cámaras de CCTV reales. Este enfoque híbrido aporta una textura visual auténtica, casi amateur, que refuerza la conexión con el público local. Todo está diseñado para sentirse real, cercano y, sobre todo, canadiense.
“La brillantez de esta idea reside en su simplicidad”, explica Joel Hotby, cofundador y codirector creativo de Courage. “Nos inspiramos en algo instantáneamente reconocible, innegablemente vinculado al hockey, sin perder la esencia de KFC. Es un pequeño cambio en una cara icónica, pero con una gran carga cultural: la marca no solo patrocina el deporte, sino que ahora forma parte de él”.

Y efectivamente, la fusión entre dos íconos —el Coronel y la sonrisa de hockey— se ha convertido en un poderoso emblema de conexión entre KFC y el espíritu deportivo nacional. Más que un simple patrocinio, la marca logra integrarse dentro de la conversación cultural del país, situándose en el corazón mismo del deporte y sus aficionados.

El despliegue de la campaña no se limita a los anuncios audiovisuales. La sonrisa desdentada del Coronel se ha extendido a todos los puntos de contacto posibles: señalización en restaurantes, empaques, cubos de pollo, carteles publicitarios, pantallas gigantes, redes sociales e incluso segmentos de patrocinadores en eventos deportivos. En cada rincón donde hay hockey, hay también una sonrisa de KFC.
Con esta estrategia, la marca demuestra una comprensión profunda del marketing deportivo moderno, donde la clave no está solo en aparecer, sino en participar culturalmente. En lugar de imponer su mensaje, KFC lo adapta y lo vive, convirtiéndose en parte de una tradición que une a millones de canadienses cada temporada.
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El resultado es una campaña que equilibra humor, identidad y autenticidad, elementos esenciales para cualquier marca que busque trascender la publicidad convencional y convertirse en parte del tejido cultural de su audiencia. Al hacerlo, KFC reafirma su posición como una marca que entiende el poder del deporte no solo como plataforma de exposición, sino como espacio de conexión emocional y orgullo nacional.

En definitiva, el Coronel con sonrisa de hockey no solo celebra la pasión de Canadá por su deporte insignia, sino que también redefine cómo una marca global puede hablar el lenguaje local sin perder su esencia. KFC no solo sonríe junto a los fanáticos del hockey: ahora sonríe como ellos.
La campaña de KFC Canadá puede considerarse un éxito potencial dentro del marketing deportivo por varias razones estratégicas que van más allá del simple patrocinio.
1. Conexión cultural auténtica
El hockey no es solo un deporte en Canadá: es parte del ADN nacional. Al incorporar la “sonrisa de hockey” al rostro del Coronel Sanders, KFC no solo hace una referencia visual divertida, sino que se apropia de un símbolo profundamente arraigado en la identidad canadiense. Esa conexión emocional —más que racional— permite que la marca sea percibida como cercana, comprensiva y parte de la comunidad.
2. Relevancia y simpleza visual
El cambio es mínimo pero culturalmente potente: dos dientes menos. Esa sutileza hace que la campaña sea altamente reconocible, fácil de recordar y viralizable. En marketing deportivo, los símbolos simples que evocan emociones y pertenencia tienen un gran impacto, porque el público los comparte espontáneamente.
3. Integración total en la experiencia del fanático
La activación no se limita a la publicidad tradicional. La sonrisa del Coronel aparece en cubos de pollo, señalización de restaurantes, pantallas en estadios, redes sociales y merchandising. Esto convierte a KFC en parte integral del ecosistema del fanático del hockey, acompañándolo desde su comida hasta su experiencia en el estadio.
4. Participación cultural, no solo patrocinio
A diferencia de las marcas que solo colocan su logo en una camiseta o una valla, KFC participa en la cultura del deporte. Al “perder los dientes”, la marca se une simbólicamente a los jugadores, compartiendo su espíritu de dureza, humor y orgullo. Este gesto la posiciona no como observadora, sino como parte del juego.
5. Alto potencial de conversación y viralidad
Las campañas que mezclan humor, identidad y símbolos culturales tienen un gran potencial de distribución orgánica en redes sociales. La sonrisa del Coronel es divertida, inesperada y fotogénica, tres ingredientes clave para la viralidad. Los fans del hockey y los consumidores de KFC se convierten en embajadores espontáneos del mensaje.
6. Coherencia con la personalidad de la marca
KFC siempre ha jugado con el humor y la irreverencia en su comunicación global. Esta campaña no rompe con su ADN, sino que lo adapta a un contexto local, mostrando que una marca internacional puede hablar el lenguaje cultural de cada país sin perder su esencia.
7. Refuerzo del posicionamiento de marca
Al vincularse con el hockey —un deporte asociado con resiliencia, esfuerzo y comunidad—, KFC fortalece su posicionamiento como una marca auténtica, valiente y conectada con su gente. Esa asociación simbólica agrega valor emocional a la marca y amplía su presencia más allá del ámbito gastronómico.
Esta campaña puede ser un éxito porque logra trascender la publicidad tradicional y convertirse en una expresión cultural. KFC no solo muestra su logotipo junto al hockey: se ríe, celebra y siente como un jugador más. Y en el mundo del marketing deportivo, esa autenticidad es el gol más importante que una marca puede marcar.